Incluso si no recorres miles de kilómetros con tu vehículo, deberías inspeccionar tus neumáticos al menos una vez al mes y hacerlo siempre antes de viajes largos. Es importante mantenerse alerta ante un desgaste excesivo o irregular de la banda de rodamiento, inflado bajo o daños como raspaduras, protuberancias, grietas, perforaciones, etc. Si están presentes algunos de estos problemas o si tus neumáticos están experimentando una pérdida de presión continua, el neumático debe desmontarse y ser inspeccionado por un profesional capacitado en neumáticos para detectar si hay algún daño y determinar si se puede hacer una reparación.
¿Buscas tu juego nuevo de neumáticos? Nosotros podemos ayudarte.